sábado, 14 de junio de 2014

En la búsqueda del preescolar ideal

Llevo mucho tiempo pensando en la escuela ideal, y llegue a la conclusión de que debe ser un lugar donde se brinde seguridad, donde el aprendizaje se lleve a cabo a través de experiencias, donde nunca se sienta el ‘fracaso’, donde el maestro sea una guía no un reprensor, con horarios moderados. Creo que lo más importante sobre todo en la niñez no son los conocimientos en sí, si no la felicidad.

Imagen de: http://marpolebilingualmontessori.com/program/classroom-setup

A partir de ahí comenzó una búsqueda exhaustiva, encontré  a Piaget, Vygotsky,  con el constructivismo, María Montessori, y quedé enamorada de esta última con el método Montessori,  como refuerza el autoestima, la responsabilidad, el aprendizaje constante a través de materiales no convencionales y además auto correctivos.  La educación formada a base de prácticas positivas, fomentando la reflexión, el análisis y la auto disciplina.

Sin embargo en el lugar donde vivo no encontré una escuela Montessori, o una constructivista, fui a visitar varios preescolares privados recomendados por amigos, conocidos y familiares, me topé con lo que me describían ‘lo más novedoso’ y era ‘La educación por competencias’, horarios maratónicos, actividades extracurriculares por las tardes, clases en dos o hasta tres idiomas, para niños de 4 años que llevarían una agenda comparable con un algún alto ejecutivo.

¡Quede perpleja!
Me pregunte-
¿Será que estos ‘educadores’ jamás leyeron a Montessori, Piaget y Vygotsky?

¿Y el juego?, ¿y la convivencia familiar?, ¿las cosas comunes?
¡La presión que tienen los niños de este siglo es increíble!, aprender a leer preferiblemente antes de los 5 años, ser deportistas o bailarines aun usando pañales, con la disciplina de un profesional, acostumbrados a palabras como ‘crisis financiara’, ‘recesión’, ‘crédito’, ‘deuda’.
Entonces ¿Será que estamos siendo demasiado exigentes?

Al menos yo no imagino a mi hija de 4 años sentada 5 horas o más en su mesa banco sin salir de un ‘salón’ con un libro o Tablet, y comer hasta las 2:00 de la tarde  ¡Que locura!
En México la educación preescolar es obligatoria, pero mientras las públicas carecen de infraestructura, además de no darse abasto con tantos estudiantes, lo que ofrecen las escuelas privadas tampoco cumple con brindar educación de primer nivel.

En estos momentos Finlandia ocupa el primer lugar en cuanto a calidad educativa, en este país nórdico se ha erradico el analfabetismo.

En Finlandia no hay ninguna escuelas privadas, todas las escuelas finlandesas son públicas, los niños entran a la escuela a la edad de 7 años  y más de la mitad nunca asistió a ninguna guardería, no hay calificaciones numéricas para así evitar la competencia, y los maestros tienen que pasar los exámenes más difíciles de toda la nación, obtener calificaciones de excelencia, y demostrar tener aptitudes como la empatía, comunicación y una gran sensibilidad social, únicamente  los mejores llegan a estar enfrente de un aula.

Es ahí cuando tal vez llego el momento de dar un paso atrás, y darle un giro a la educación como la conocemos, los niños necesitan ser creativos, innovar, y para eso deben de aprender de maneras no prácticas, abrirnos y aprender de modelos que tienen países como Finlandia.

Para mí lo más importante en los primeros años de vida es la calidad y la calidez en el tiempo que pasamos con nuestros hijos, en el juego se construye el aprendizaje.

Concluiré con palabras de Olmedo Beluche, sociólogo, político, y educador panameño.

"En mundo marcado por la crisis económica y social, la injusticia, la desigualdad, la discriminación, la corrupción generalizada, no es muy conveniente para las clases dominantes que los estudiantes reflexionen sobre la realidad, es mejor atiborrarlos de la falsa idea de que si hablan inglés y saben manejar una computadora se habrán salvado del desempleo y la miseria." 

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