Llevo mucho tiempo
pensando en la escuela ideal, y llegue a la conclusión de que debe ser un lugar
donde se brinde seguridad, donde el aprendizaje se lleve a cabo a través de
experiencias, donde nunca se sienta el ‘fracaso’, donde el maestro sea una guía
no un reprensor, con horarios moderados. Creo que lo más importante sobre todo
en la niñez no son los conocimientos en sí, si no la felicidad.
Imagen de: http://marpolebilingualmontessori.com/program/classroom-setup
A partir de ahí
comenzó una búsqueda exhaustiva, encontré
a Piaget, Vygotsky, con el
constructivismo, María Montessori, y quedé enamorada de esta última con el
método Montessori, como refuerza el
autoestima, la responsabilidad, el aprendizaje constante a través de materiales
no convencionales y además auto correctivos.
La educación formada a base de prácticas positivas, fomentando la
reflexión, el análisis y la auto disciplina.
Sin embargo en el
lugar donde vivo no encontré una escuela Montessori, o una constructivista, fui
a visitar varios preescolares privados recomendados por amigos, conocidos y
familiares, me topé con lo que me describían ‘lo más novedoso’ y era ‘La
educación por competencias’, horarios maratónicos, actividades
extracurriculares por las tardes, clases en dos o hasta tres idiomas, para
niños de 4 años que llevarían una agenda comparable con un algún alto
ejecutivo.
¡Quede perpleja!
Me pregunte-
¿Será
que estos ‘educadores’ jamás leyeron a Montessori, Piaget y Vygotsky?
¿Y el juego?, ¿y la
convivencia familiar?, ¿las cosas comunes?
¡La presión que
tienen los niños de este siglo es increíble!, aprender a leer preferiblemente
antes de los 5 años, ser deportistas o bailarines aun usando pañales, con la
disciplina de un profesional, acostumbrados a palabras como ‘crisis
financiara’, ‘recesión’, ‘crédito’, ‘deuda’.
Entonces ¿Será que
estamos siendo demasiado exigentes?
Al menos yo no
imagino a mi hija de 4 años sentada 5 horas o más en su mesa banco sin salir de
un ‘salón’ con un libro o Tablet, y comer hasta las 2:00 de la tarde ¡Que locura!
En México la
educación preescolar es obligatoria, pero mientras las públicas carecen de
infraestructura, además de no darse abasto con tantos estudiantes, lo que
ofrecen las escuelas privadas tampoco cumple con brindar educación de primer
nivel.
En estos momentos
Finlandia ocupa el primer lugar en cuanto a calidad educativa, en este país
nórdico se ha erradico el analfabetismo.
En Finlandia no hay
ninguna escuelas privadas, todas las escuelas finlandesas son públicas, los
niños entran a la escuela a la edad de 7 años y más de la mitad nunca asistió a ninguna
guardería, no hay calificaciones numéricas para así evitar la competencia, y los
maestros tienen que pasar los exámenes más difíciles de toda la nación, obtener
calificaciones de excelencia, y demostrar tener aptitudes como la empatía,
comunicación y una gran sensibilidad social, únicamente los mejores llegan a estar enfrente de un
aula.
Es ahí cuando tal vez
llego el momento de dar un paso atrás, y darle un giro a la educación como la
conocemos, los niños necesitan ser creativos, innovar, y para eso deben de
aprender de maneras no prácticas, abrirnos y aprender de modelos que tienen
países como Finlandia.
Para
mí lo más importante en los primeros años de vida es la calidad y la calidez en
el tiempo que pasamos con nuestros hijos, en el juego se construye el
aprendizaje.
Concluiré con
palabras de Olmedo Beluche, sociólogo, político, y educador panameño.
"En mundo marcado por la crisis económica y social, la injusticia, la desigualdad, la discriminación, la corrupción generalizada, no es muy conveniente para las clases dominantes que los estudiantes reflexionen sobre la realidad, es mejor atiborrarlos de la falsa idea de que si hablan inglés y saben manejar una computadora se habrán salvado del desempleo y la miseria."